FERIA DE AYERBE ETAPA I
Es la que tuvo una vida más prolongada; abarca desde su
creación, tal vez allá por el siglo XV, pasando por su época
de mayor esplendor (siglos XIX y primera mitad del XX) hasta
su desaparición en la década de los sesenta del pasado siglo
XX.
Las plazas (Alta y Baja) y las eras de la Villa eran un
hervidero de gente; en las primeras se instalaban los famosos
charlatanes así como puestos para la venta de género tan
dispar como fajas, quinquillería, juguetes, armas de
fuego,melones, cebollas, ajos, sandías, que se mezclaban con
el ganado mular y de cerda que se exponían para su venta,
éstos últimos principalmente en la plaza Alta. Las eras era el
sitio reservado para el ganado vacuno. Paralelamente también
se ofertaban bailes así como gran variedad de diversiones y
distracciones, tanto para las personas mayores como la grey
infantil.
En las ferias, como en las romerías, también se concertaban
bodas, ya que ante todo primaban los intereses de las casas o
familias y asimismo se ajustaban los contratos de trabajo para
servir en las casas, los cuales comenzaban a surtir efectos a
partir del día de san Miguel, 29 de septiembre.
Los gitanos eran la comunidad que podríamos calificar como de
“cliente fija y asidua” de estas ferias..
Las fotos realizadas principalmente por Ricardo Compairé y
recogidas en el libro Huesca: Ferias y Mercados. Fotografías
1918-1943, editado por la Diputación de Huesca en 1990, dan
buena prueba de ello.
Con la llegada en los años sesenta del boom industrial y la
mecanización del campo las Ferias de San Mateo dejaron de
tener razón de ser, extinguiéndose paulatinamente hasta
desaparecer totalmente.
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